La Ermita del Cristo del Humilladero, más monumental y solemne, fue terminada en 1960, tras ser demolida a comienzos de los años 50, debido a sus deficiencias técnicas y a la amenaza de ruina que afectaba a sus arcos y cubiertas. No fue sólo el paso de los años lo que influyó negativamente en su conservación, sino los efectos derivados de la Guerra Civil Española y los del terremoto del siglo pasado. Esta ermita reproduce las formas y tipologías de la arquitectura religiosa barroquizante de las últimas centurias, similar a la iglesia parroquial del Humilladero, en Azuaga. En su fachada principal descubriremos los elementos representativos de esta estética de influencia barroca: frontones triangulares y partidos, pilastras adosadas, carácter monumental y dinámico con entrantes y salientes, etc. Se podría dividir esta superficie en tres pisos, en el interior se encuentra la puerta de acceso coronado por un frontón rectilíneo y partido, sobre éste, un óculo central como sistema de iluminación directa del interior y dos hornacinas laterales con pilastras y frontones. En la cima, un mirador amensulado acoge la espadaña de doble campanario. Igual de majestuoso resulta su interior, con una elevación y robustez dignos de mención: Conocemos que el importe de las obras superó las 800.000 pesetas, realizadas por los constructores: José Ramírez Díaz, Miguel Molina y Manuel Ramírez. En su interior sobresale la imagen del Señor o Cristo del Humilladero, encargado de sustituir a otro anterior desaparecido de traza barroca que estuvo protegido por la hermandad de la Santa Vera Cruz allá en el siglo XVII, manteniéndose en alza cien años después. La imagen actual, muy venerada entre la población, es obra del escultor Castillo Lastrucci.

Características

Ubicación